sábado, 24 de noviembre de 2012

CONTRA TÍ


Acabo de salir de terapia.He llegado a casa y he necesitado un minuto dentro de mi coche,para reconocerme.

Te odio,siempre lo hice,pero a medida que se acerca mi fecha,este odio crece más y más y es por primera vez que me ocurre que en vez de acallarse lo único que consigues es que mis ganas de hablar de tí sean cada día más grandes.

Hoy quería cerrar ventanas en mi cabeza,pero sólo he abierto las puertas de par en par.
Trato de sacarte,pero me cuesta,estás como una mala hierba enraizado muy dentro de mí.
Esta mañana me levanté como todos los días.Sin embargo ,hoy me he sentido diferente,me sentía sucia.

No he sido consciente de ello hasta que me he visto poniéndome gel por tercera vez consecutiva,y sólo tú como un resorte apareces en mi cabeza.

Tampoco he podido meter mi cabeza bajo el agua de la ducha,y miraba tristemente caer el agua sin poder hacerlo.

La ansiedad me puede,y hasta mi sonrisa sarcástica,esa que siempre he usado para dejar pasar un tema que me duele mucho,ha vuelto a aparecer.
Como decían hace un par de años "sonrisa incongruente con su estado de ánimo".Estoy jodida y no quiero que nadie sepa por qué,y me he visto teniendo que tirar de esa sonrisa delante de Bea.
He sido sincera,hoy estoy mal,y sé que tú tienes mucha culpa de ello.

Teóricamente,dicen que cuando necesitamos sacar cosas fuera es porque estamos preparadas para ello,y eso creía ,hasta que Bea ha intentado entrar en el tema.
Y lo ha hecho,pero como siempre,yo me salgo por la tangente evitando preguntas o simplemente reconociendo que me da vergüenza hablar de eso.
Por primera vez he visto como a preguntas directas sobre ti he contestado a algunas,y te he llegado a relacionar mentalmente con mi padre.
Un paralelismo asombroso,alcohólicos,violentos,dueños de todos y de todo.
He reconocido la sensación de pertenecer-te de nuevo.

He escudriñado cada recuerdo para poder responder a Bea si alguna vez me hiciste sentir especial,si llegué a sentir placer contigo, si en algún momento me sentí como si fuera tu pareja.
He respondido que no,que nunca sentí nada de eso ,sólo que te pertenecía,y lo tenía tan presente que ni siquiera me atrevía a mirar a ningún chico,y pensar que alguien se fijara en mí me daba pánico,porque por tus advertencias ,sabía que podrías hacerle daño,o hacérmelo a mí directamente.
Sin embargo,sinceramente,sí que me sentía superior a tu mujer cada vez que me cruzaba con ella,sobre todo el último año,pero cuando esto pasaba mi mirada se perdía sin saber a dónde dirigirla.
Y luego pensaba, pobre-cilla,tener que compartir a su marido...porque yo en el fondo sabía que ella lo sabía.
Sí he sentido tu peso sobre mí,la sensación de asfixia,tus palabras,diciéndome que éramos como novios,y sólo hacíamos cosas de novios,y mi rabia hacia ti.
El miedo que sentía cuando en el instituto salía en el recreo y no saber si tú estarías por ahí espiándome.
Y cómo me encerraba en aquel bar ,a veces durante todo el día para evitar encontrarte en una esquina.
Pero me ha venido una vez especial a mi cabeza.

Cuando viste tus iniciales grabadas en mi brazo a golpe de plancha.Me dijiste que por fin sabías que yo era sólo tuya.Y lo creí firmemente,tanto que aún me dura.
Y mi cabeza quiere ser razonable y pensar que ya casi han pasado 24 años,que ya eres viejo,que estás cansado y que yo soy toda una mujer,pero una mujer que aún no se atreve a quedar con nadie,que sabe que de hacerlo será víctima de nuevo,mientras que tú sigas en mi cabeza.
Y la rabia me consume.Hago esfuerzos y repito mentalmente aquella imagen de febrero,en la que al verme te hice bajar la cabeza,y meterte en tu casa.
Necesito sacarte de mi cabeza,necesito odiarte,necesito encerrarte en algún sitio aunque sea imaginario donde ya no me hagas daño,y la impotencia me consume.
Hasta cuando dominarás mi vida,hasta cuando me sentiré propiedad tuya,hasta cuando esa fecha dominará la vida que me rodea.

Y tengo miedo,de pensar que aún faltan 21 días y mis pensamientos un año más se centran en ti.
Desaparece de mis pensamientos,por favor,necesito sentirme libre,y como ya sé sólo tienes el poder que yo te doy,pero no sé cómo quitártelo,y a partir de ahora me centraré en ti pero no para darte poder sino para trabajar en quitártelo .

ANÓNIMO



viernes, 23 de noviembre de 2012

La injusticia de la justícia


Soy la Señora Dudas Andante, tengo 28 años y no sé si ahora mismo estoy escribiendo al foro por casualidad o para que me aplauden. No sé si escribo al foro para  compartir algo que no sé si es algo o si estoy aquí como si nada de rebajas. Siempre canto la misma canción pero  sin ir a Eurovisión. Con palmas o sin palmas, aquí estoy, estoicamente, para contar, en realidad, una de mis  historias.  

Ése algo que he mencionado tiene la propiedad de ser y no ser al mismo tiempo y es sobre mi infancia. Hasta que mi ego no lo observe nunca se definirá, así que no estoy aquí para hablar explícitamente de mi querido “algo” sinó para hablar de otro “algo” que sí está definido y tengo las palabras para hacerlo.

Hace unos meses leí en el periódico que imputaban a unos cuantos años de prisión a un psicólogo colegiado por corrupción de menores y extorsión. Y de adorno, había una bella foto de su persona. Es indescriptible lo que sentí cuando lo vi. Me quedé de piedra porque lo reconocí. Tuve relaciones con tal persona con mi consentimiento,  aunque eso del consentimiento es un poco complejo.

Cuando  tenía 17 años me manipulaba por mail, diciéndome que  era especial y otros romanticismos por el estilo. Todo lo que me gustaba a mí también le gustaba a él. Pero no fue hasta los 18-19 años que la cosa fui a más.

Me dijo mentiras diversas hacia sus profesiones, su identidad, edad y familia. Todo él era una mentira enorme y por un tiempo me lo creí, incluso me enamoré de él aunque era mucho más mayor que yo. Me engañó, me manipuló, violó el código ético de su profesión,  me trató con cierta agresividad en ciertas ocasiones, se aprovechó de mi momento vulnerable  post- adolescente para hacer de  mi casi lo que quisiera.

Necesito contar qué sentí cunado vi la bella foto. Sentí vergüenza, asco hacia él y hacia mi misma. Sentí miedo por todos los poros de mi piel. “Yo tuve relaciones con el tipo del diario”, me repetía. No me lo podía creer Y entonces empecé a entender algo. Aunque tenga alguna tara para relacionarme con los hombres y yo soy la única responsable de mis actos, resulta que ése hombre es peligroso y no actuó bien conmigo.

Creí hasta ése momento que era yo la que estaba desequilibrada porque ya no era una niña e iba por el mundo relacionándome con personas raras sin que nadie me obligara a nada. Aún me cuesta escribirlo. Yo permití todas las guarradas que me hizo. Yo permití que me tratara mal y no me defendí. Me tocó por todas partes y me besaba penetrando la lengua hasta mi gola.  Me cogía mi mano y la metía en sus partes, mientras que yo aún no estaba preparada para ello. No me sentía cómoda. Debo decir que llegué a sentir placer en algún momento pero también llegué a sentir asco sin saber decir “basta”. Necesitaba que estuviera por mi. Necesitaba su admiración y afecto que a veces tenía conmigo pero que a veces se convertía en agresividad.  

Un día  me negué a una propuesta que me hizo y, al cabo de un rato, me besó de manera violenta.  No me hizo una paliza ni nada por el estilo ni mucho menos,  pero me hizo daño. Tuve miedo. Mucho miedo. Me paralicé. No me defendí. No fui capaz de decir “basta” y después quedé como congelada.  Algo que ahora no lo soporto cuando lo pienso.  Me da rabia y vergüenza. Creo que fue su manera de imponer su poder que se creía tener para que yo obedeciera. Nunca, hasta ahora, había relacionado mi rechazo a su propuesta con su respuesta agresiva porque no le veía ninguna relación.  Ahora me doy cuenta que seguramente no fue ninguna actitud impulsiva, sinó totalmente premeditada.

Era muy tierno conmigo y a la vez me hacía éstas cosas y eso me confundía mucho. Pero lo que más me perturba es que siento una gran vergüenza porque ya no era una niña, ya era mayorcita. Mi parte racional me dice que igualmente no me tengo que avergonzar de nada, pero lo que siento puede más con lo que siento. Ahora mismo estoy pensando que quien lea esto pensará que soy tonta, que nadie me obligó a relacionarme con ése hombre.

Concluiré mi historia con el  mayor glamur de los hechos.  Aunque fue imputado por corrupción de menores y extorsión, ahora sigue felizmente ejerciendo de psicólogo. Es surrealista que la justicia sea tan injusta. Si no lo encierran por extorsión y corrupción a menores, tampoco va a ir a la cárcel por un caso como el mío, que seguro hay más.  El mundo va mal. Feliz Navidad.

Anónimo.


JUGAR CON FUEGO


Tres palabras ,sólo eso.Hace poco mi pisco me dijo "no juegues con fuego..."y se me quedaron grabadas,aunque ella a veces me dice que no escucho .

Muchas veces al día me las repito, e incluso trasladan a otras  que me han perseguido toda mi vida las de "me voy a suicidar".
Ahora no es que no lo piense pero acto seguido aparecen las tres palabras mágicas recordándome que no se debe jugar con fuego.

Esto me hace recapacitar y pensar en los momentos en los que me acuden a mi cabeza.
Últimamente,por ejemplo estoy tomando malas costumbres,como no ponerme el cinturón al conducir.
No lo hago en trayectos largos sólo en uno muy concreto que he de hacer cada día,y sólo cuando llego a mi destino,estas palabras acuden a mi cabeza ,"NO JUEGUES CON FUEGO".

Pero miles de ocasiones me vienen a mi cabeza en las que no sólo jugué con fuego,sino que me quemé...

Era muy pequeña,quizás tendría tres años,caminando de casa de mi abuela,me encontré un abanico,al que sólo le quedaban tres varillas.
En casa no había juguetes y con esto estaba entretenida sentada al lado de mi padre.
Los abría y cerraba y estiraba ,porque quería que se hiciera más grande,y mi padre me empezó a decir "como lo rompas te pego".
Y yo pensaba pero si es mio y ya está roto,y lo estiraba más y más.Y tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe...y se rompió.
La mirada de mi padre ,borracho para variar,me hizo salir corriendo,y él detrás para pegarme.
Recuerdo que mi madre estaba sentada en una silla en la calle y al salir yo así abrió sus brazos y me acurruqué entre ellos.Los cerró y me protegió de mi padre.Me agarraba fuerte,muy fuerte.
Y pese a todo yo adoraba a mi padre.Sin embargo,hoy por hoy,no sé qué siento hacia él.Es como un cero a la izquierda.
Muchas veces,cuando mis padres se separaban que fueron unas cuantas,pasábamos varios días fuera de casa,en casa de mi abuela e incluso de mi tía.
Tras una discusión muy acalorada una noche en la que mi padre amenazaba a mi madre con una navaja,recuerdo haber corrido y ponerme entre esa navaja y mi madre,jugando con fuego,pero me daba igual.
Durante años,toda mi familia me negó este recuerdo,me decían que no había pasado,y yo tristemente llegué a creer que mi memoria me jugaba malas pasadas.
Pero de repente tras muchos años ,un día vuelves a sacar el tema,a solas con tu madre, y sólo ahí,sólo en ese momento ,te reconoce que sí que existió.
Pero muchas otras veces jugué con fuego...
Recuerdo cuando mi hermano me proponía jugar a un juego,pero no me decía cual.
Durante días yo le pedí que jugara conmigo a eso,durante días casi le supliqué ,para terminar siendo abusada por el durante años.
Y aún recuerdo cómo me arriesgué con Francisco aquel día que pasé a ser de  su víctima a tenerlo encerrado sin poder salir.
Sin duda si algo me hubiera fallado,aquel día hubiera sido uno más, abusada por él,pero también me dejó claro que un acto de valentía a veces soluciona el problema.
También recuerdo otra manera que a día de hoy lo observo como una manera de jugar con fuego.
Me refiero a mis lugares para jugar después de haber pasado por las manos de Francisco y de mi hermano.
Aquel bosque de pinos...mi bosque de pinos.Creo que era como poner un cartel diciendo "señor violador ,niña de doce años sola ,medio muerta ,juega sola aquí.Víctima fácil"
Y claro que lo fui,grité recuerdo que lo hice,pero nadie podía escucharme ,estaba a cientos de metros de la casa más cercana...la suya por cierto.
Y ese día me quemé del todo.
Pero seguí jugando con fuego,cada día con mi padre,provocándolo,haciéndolo enfadar, dispuesta a llevarlo al límite buscando que un puñetazo de esos que daba que rompía muebles,me rompiera a mí de una vez.Nunca lo hizo,porque mi madre se metía en medio.

Pero la vez que creo que más jugué con fuego y que terminé quemándome,fue la vez que decidí en otro acto de valentía enfrentarme a mi vecino y decirle incauta de mí que lo iba a contar...
Recuerdo su mirada,recuerdo cómo me agarró del brazo,y me dijo "sí? lo vas a contar puta?ya no recuerdas lo duro que esto puede volver a ser?"
Y apareció su magnífica navaja que hacía tres años había desaparecido.
Me tiró al suelo con la mala suerte que caí sobre una piedra.El dolor de mi espalda fue brutal,mientras que él de nuevo , salvaje mente me violó sin contemplaciones y me dejó claro quien mandaba.


Y ahora en la lejanía tras estos recuerdos,pienso que¿ no ponerme un cinturón en un tramo de doscientos metros? Menuda estupidez,eso no es jugar con fuego es una tremenda tontería.

ANONIMO
http://encontrandoatara.blogspot.mx/2012/11/jugar-con-fuego.html?spref=fb

martes, 20 de noviembre de 2012

NECESIDAD


Es algo innato en mí,lo que siento desde hace unos días.
Ayer desperté con lo más lindo que tengo a mi lado,con mi hija.
Mi noche fue tormentosa,las pesadillas se me sucedieron una tras otra toda la noche,y abrí los ojos y su dulce carita borró todo los tristes recuerdos.

Tenía la seguridad de que estaba a salvo ,tumbada a mi ladito.
Y es maravilloso saber que esto es así.
Todavía me rondaban sus palabras por mi cabeza del día anterior: "mamá ,eso es pasado,y del pasado no se habla..."
Y mi necesidad de saber qué le han hecho a mi pequeña crece día a día,pero aún así lo soporto.
No puedo obligarla a hablar,sólo recordarle que yo estoy y que cuando ella esté lista yo estaré esperando.

Mis necesidades también están cambiando.
Esto por desgracia me ha hecho abrir los ojos,ver que no estaba tan rodeada de gente,que a la hora de la verdad desaparecen,pero una vez más te sirve para aprender.
Y es cierto que de todas las cosas negativas siempre se saca algo positivo.
Y al igual que me ha servido para ver qué no quiero en mi vida,también me ha servido para darme cuenta de que hay gente que sigue demostrándome que está ,a las duras y a las maduras.

Llegado a este punto,siento la extrema necesidad de no malgastar un ápice de mi tiempo,ni de mi esfuerzo a quien me ha dado la espalda.
Pero tan bien es cierto que ya no quiero estar con esa amiga que os hablaba,con mi amiga Soledad.
He crecido, y siento que aunque está a menudo conmigo,no la quiero a mi lado constantemente.
Prefiero sentirme sola ,rodeada de gente.
Tengo la necesidad de sentir contacto físico con más gente,un abrazo,una mano en el hombro,o simplemente una palabra de ánimo.
Y es ahora cuando doy los pasos más grandes;no sé si por el buen camino,ni la repercusión que tendrán para mi,pero no pienso volver la vista atrás para ver dónde me equivoqué.

Hace un año comencé un camino,y mis sueños poco a poco se van haciendo realidad.
Dar a conocer mi historia,hacer que se nos oiga,ayudar activamente contra el tema del abuso sexual.

Y fui consciente ayer,al verme sentada frente a un periodista y contando cosas que ni siquiera he sido capaz de contar a mi psico...En ese preciso instante sentí la necesidad de terminar con Él,de dejar constancia,de lo que me hizo .
Y supongo que aunque mi fecha se aproxime,ya siento que no puede hacerme daño,y siento la necesidad ,la gran necesidad de abrir esta parte de mi vida que aún me mantiene atada a él.


http://encontrandoatara.blogspot.mx/2012/11/necesidad.html?spref=fb

Victimización secundaria:Un dolor interminable


El drama que muchos niños y niñas viven a diario, siendo víctimas de delitos sexuales, se agrava cuando realizada la denuncia, no se les cree, se les interroga numerosas veces y encima se les realizan peritajes de credibilidad de relato.

Muchas veces se trata de niños abusados de forma crónica, desde muy pequeños y durante años. Denuncian con el temor de hacerle daño a quienes quieren, incluyendo a su agresor. Con la amenaza de ser los “culpables” de la destrucción de su familia, con el sentimiento de culpabilidad por haber sentido placer en algunas oportunidades, con la sensación de que traicionan la confianza de quien les pidió guardar silencio. “Es un juego”, “es nuestro secreto”. Todo eso y mucho más, ya viene como una pesada carga de los niños y niñas que denuncian que han sido abusados sexualmente.

Pero como adultos cuestionamos “la veracidad del relato”, pensamos a priori que, por el hecho de ser niños, pudieron haber sido “manipulados” o “presionados” por adultos para realizar tales afirmaciones. Los niños mienten, exageran, son manipulables por adultos con fines oscuros. Por eso es necesario hacer una pericia de credibilidad de relato.

Pero no contentos con eso, impediremos cualquier terapia reparatoria antes que se realicen los peritajes de daño y de credibilidad de relato, porque cualquier intervención psicológica anterior puede “ensuciar” dichos peritajes.


Liga al artículo completo:
Victimización secundaria:Un dolor interminable

fuente: http://www.soyborderline.com


http://pandorasboxasi.blogspot.mx/2012/11/victimizacion-secundariaun-dolor.html

lunes, 19 de noviembre de 2012

Infancia.

La Infancia , Primera etapa en el desarrollo de la vida humana.

Algo muy vital e importante que nos convierte en lo que seremos de adultos. Día Internacional contra el Abuso Infantil, 19 de Noviembre, hay que proteger la infancia y el resto del año.

Hay que respetar la niñez, puericia, la vida* la vida, minoría de edad. .
Hay que hacer concienciación, prevención e información. Día de reflexión para todos, que sepan que nadie tiene derecho a tocar tu cuerpo de malas formas. Maltratarte  sexualmente. Que los niños, como futuro deben ser respetados. Parte de ello se logra informándoles de los peligros que hay. Informales a ellos y al mundo de la realidad de una lacra que hay que exterminar. Porque estamos cansados de que siga ocurriendo y nuestra lucha nunca será en vano mientras haya un inocente sufriendo. Nunca acabará por los sobrevivientes y los que no pudieron contarlo. Porque todos merecen tener una infancia digna nuestras fuerzas no desfallecerán. Cada vez nos sumamos más a la lucha incansable, a la labor incondicional. Hoy es día de gritar y romper silencios más que nunca.

CONCIENCIACIÓN, PREVENCIÓN E INFORMACIÓN.
A.S.I. NUNCA MÁS. Texenery De La Cruz.

sábado, 17 de noviembre de 2012

Cuentos y leyendas

Muchos de los que conocen mi historia se sorprenden del alcance del daño. Me preguntan porqué no lo dije entonces o dónde estaba mi madre para no verlo o no denunciarlo. Son cuestiones y comentarios que la mayoría de la gente hace por puro desconocimiento del tema. Alguno se ha espantado al conocer detalles que para mí son nimiedades, supongo que porque no es lo mismo vivirlo que oírlo de labios de un superviviente. Ya he dicho alguna vez que tendemos a minimizar nuestras propias historias como mecanismo de defensa. Ser consciente del horror de lo vivido me hace sentir mucha ansiedad. Es como si me “llenase” de algo que aún no sé como explicar, pero es algo que me sobrepasa y supongo que por eso intento no pensar en ello, vivir disociada de mis abusos.

Pero he querido celebrar el próximo día mundial de prevención del Abuso Sexual Infantil intentando romper mitos que están muy arraigados en la sociedad poniendo mis propias vivencias como uno de los muchos ejemplos que los desmontan. Y son muchos mitos, así que no me voy a andar por las ramas. Vamos al grano.

Para empezar de manera genérica, se considera abuso sexual infantil o pederastia a toda conducta en la que un menor es utilizado como objeto sexual por parte de otra persona con la que mantiene una relación de desigualdad, ya sea en cuanto a la edad, la madurez o el poder.

Esto significa que Abuso Sexual Infantil es: Tener relaciones sexuales genitales u orales (cunnilingus, felación) con un niño o niña. Penetrar en el ano, vagina o boca del niño con el dedo, pene u objetos extraños. Tocar o manipular los genitales del niño o niña. Obligar al menor a tocar los genitales del agresor o manipularlos, a menudo bajo la apariencia de “juego”. Frotar el pene contra el cuerpo del niño o niña. Besar al pequeño de forma muy íntima.

Hasta ahí supongo que todos lo tenemos mas o menos claro. Yo al menos lo tengo clarísimo, porque salvo los besos que jamás me dio, ni íntimos ni castos, en algún momento de mi infancia pasé por todas esas situaciones.

Pero los abusos sexuales infantiles no terminan ahí. También lo son otras cosas que hizo mi padre: Mostrarme sus genitales con el pretexto de educarme, o “interesarse” por el desarrollo de mi cuerpo observándome al desvestirme, lavarme, en el aseo… Siempre había una escusa para tener que entrar cuando yo me aseaba. Y siempre quería ayudarme. Se masturbaba sobre y ante mí. Me decía que observase bien cómo lo hacía para aprender porque yo nunca lo realizaba bien. Para él, sobretodo a última hora, todo era “instructivo”.

Hay mas cosas consideradas abusos sexuales, como hacer que el menor vea a otras personas realizar practicas sexuales u obligarle a que las tenga con una tercera persona… Esto aún me cuesta procesarlo, porque aún es reciente la revelación que tuve de mi padre y mi hermano mayor abusando juntos de mí, o por el temor implícito que llevo conmigo porque aún no sé si mi padre llevó a cabo su intención de que mi “mellizo” y yo tuviéramos sexo. Son temores que la parte de mi memoria que permanece en sombras aún no quiere revelarme.

También son abusos mostrar ilustraciones y/o películas pornográficas al niño, o hacer fotografías y/o películas pornográficas del/con el niño. Por la época y los medios económicos de mi padre nunca fui expuesta a esas prácticas, así como tampoco fui prostituida por él (al menos que yo recuerde) pero el acoso por internet, que ahora cobra mayor protagonismo, es también un delito. Obligar a un menor a masturbarse en su presencia física o virtual, que se desnude ante la cámara de su ordenador o mostrar gestos y palabras obscenas es otra forma de abuso sexual.

¿Te ha quedado claro? Pues que tu tío, padre, abuelo, primo, vecino, profe, sacerdote… te preguntara con diez años si querías un helado a cambio de ver el secreto que tiene dentro de los pantalones es abuso sexual infantil, formas parte de la estadística. Y si saliste corriendo y se lo dijiste a tu madre o al menos no volvió a molestarte has tenido mucha, mucha suerte. Ahora piensa en todos los niños que aceptaron el helado de ese cabrón.

Ahora las cifras. Las estadísticas son escandalosas:

1 de cada 4 niñas es abusada sexualmente antes de cumplir 18 años.

1 de cada 6 niños es abusado sexualmente antes de cumplir 18 años.

1 de cada 3 niñ@s ha tenido contacto por internet con un pedófilo sin saberlo.

1 de cada 5 niñ@s es abordado sexualmente a través de internet.

Casi el 70% de todos los asaltos sexuales (incluyendo los asaltos a adultos) ocurren a niños de menos de 17 años.

Entre el 30 y el 40% de las víctimas son abusadas por un miembro de la familia.

Otro 50% son abusadas por alguien fuera de la familia, pero a quien conocen y en quien confían.

Aproximadamente el 40% es abusada por algún niño mayor conocido.

Por lo tanto, sólo el 10% es abusada por un extraño.

El abuso sexual puede ocurrir a cualquier edad, e incluso más tempranamente de lo que piensas:

La edad media de los abusos sexuales denunciados es de 9 años.

Más del 20% de los niños es abusado sexualmente antes de cumplir 8 años.

Cerca del 50% de las víctimas de sodomía, violaciones con un objeto y tocamientos forzados son niños menores de 12 años.

La evidencia de que un niño ha sido abusado sexualmente no es siempre obvia, y muchos niños no cuentan que han sido abusados. La mayoría de los niños no revela haber sido abusado, incluso si se le pregunta:

Más del 30% de las víctimas nunca revela la experiencia a NADIE. Las víctimas pequeñas pueden no reconocer su victimización como un abuso sexual.

Más del 80% de las víctimas niegan o son reacias a revelar el abuso. De las que sí lo revelan, aproximadamente el 75% lo hace accidentalmente. De aquellas que sí lo hace intencionalmente mas del 20% eventualmente se retracta aunque el abuso efectivamente haya ocurrido. El miedo es demasiado grande.

Las falsas acusaciones constituyen sólo entre el 1 y el 4% de las denuncias. De éstas, el 75% son realizadas por adultos y el 25% por niños. Los niños sólo realizan falsas acusaciones el 0,5% de las veces.

Pero vayamos por partes. Las cifras son frías, y el abuso sexual infantil es mucho mas que esas cifras que mucho se niegan a creer. ¿Cuántas veces has pensado esto al ver, leer o escuchar un caso de Abuso Sexual Infantil?:

-Los abusos van acompañados de violencia. -Los abusadores son hombres con problemas psicológicos muy aparentes o enfermos psiquiátricos, las victimas, niñas. -La mayoría son desconocidos. -Un niño es abusado sólo por un adulto. -Los adultos son los únicos que abusan de niños. -Si le ocurriera a un niño de nuestro entorno, nos daríamos cuenta. -Ante la detección, la familia actuará. -No es obligatorio denunciar, es cosa de la madre, ella lo denunciará de inmediato. -Si denunciamos, será peor para el niño porque lo separarán de su familia. -Sólo se da en el tercer mundo, en determinadas clases sociales, familias desestructuradas y nivel sociocultural muy bajo. -Los niños “incitan” sin querer, no dicen la verdad o exageran. -Los niños pueden decir “no”, y cuando les ocurre, lo cuentan de inmediato. -Los niños abusados se convierten en abusadores. -El abuso infantil es poco frecuente - En la actualidad se producen mas que antes. -Los efectos son muy traumáticos - Sus consecuencias no son graves, los niños tienen la capacidad de olvidar los traumas. -No se puede prevenir.

Todo esto son falsos mitos.

Mi padre era violento, pero puedo decir que para mí no existía una conexión directa entre sexo y violencia previa. Alguna vez me ató en mi última etapa de mis abusos, pero mas como parte del “juego” que como imposición o castigo. Y hacía años que abusaba de mí sin violencia física. La mayoría de las víctimas que conozco sufrieron abusos sin ningún tipo de violencia, las estadísticas así lo señalan. Sus tácticas son el engaño y la manipulación. Cuando se trata de abuso intrafamiliar, es decir, que su víctima está muy cerca de él y tiene acceso en cualquier momento, su estrategia está muy bien medida. No tienen prisa, saben que tienen el alimento en casa y se pueden dedicar años a pulir su estrategia. Saben y conocen a toda la familia del menor, conocen perfectamente sus puntos débiles, lo que le gusta al niño o niña y que sus padres le tienen dosificado o prohibido para así ganarse su confianza.

Por ejemplo, si el tío Ramón sabe que a María no le dejan comer chocolate, Ramón le dará chocolate a la niña. María le querrá por eso, porque la trata bien, juega con ella y le da chocolate a escondidas. Y un día, el tío Ramón toca “raro” a María. Y a continuación le pide que no diga nada. A cambio, el tío Ramón no dirá que María come chocolate. Y la trampa se cierra, porque ella no dirá nada si no quiere delatarse a sí misma. Para ella, tocar “raro” y comer chocolate sin permiso de mamá son dos “delitos” iguales y no se deben contar. Uno de esos “delitos” le da miedo y la hace sentir enormemente mal, el otro le gusta porque a los niños les encanta el chocolate, pero en su mente infantil no puede hablar ni del uno ni del otro sin delatarse. Y el abuso irá in crescendo, y la niña se irá sintiendo cada vez mas culpable. Porque si no se quejó cuando le tocó “raro” por primera vez, menos aún cuando sea ella la que toque a su tío cuando él se lo pida… Empiezan jugando y cuando te das cuenta ya no hay marcha atrás, ya no puedes escapar, ya no puedes decir que no, porque es demasiado tarde, es demasiado vergonzoso.

El “Chocolate” de mi padre eran el miedo y mis Padrinos. El miedo implícito que percibía en su presencia, el miedo que yo veía en mi madre y mis hermanos. El premio eran mis Padrinos, si yo me portaba bien volvería con ellos.

Borra la imagen del enfermo con gabardina que se la abre ante las niñas del parque. No es real. Son mucho mas sutiles, preparan bien sus encuentros y se aseguran de no ser interrumpidos por nadie. Conquistan a sus víctimas y encandilan a todos los adultos de su alrededor para que jamás sospechen de él. Incluso ellos mismos dirán que su interés por el niño o niña es precisamente para evitar que un pedófilo se aproveche del menor. Y se termina dejando al zorro al cuidado de las gallinas.

Hay algo que siempre me ha llamado la atención. En las pocas películas, series o relatos de ficción en los que se describe con mayor o menor detalle el abuso sexual de cualquier tipo a un niño -normalmente niña-, la víctima siempre grita o llora sonoramente. Es total y absolutamente falso. Salvo en los escasísimos casos en los que media la violencia, los niños no gritan. Tal vez lloren alguna vez, pero nunca gritan. Cuando mi padre se metía en mi cama nunca me quejé, no me atrevía. El miedo es demasiado grande y te paraliza. La primera vez que me violó quise quejarme, aún oigo su susurro ordenándome absoluto silencio.

Los adultos no son los únicos que abusan de niños. El agresor, estadísticamente hablando, suele ser un hombre adulto, pero también puede ser una mujer, un adolescente u otro niño no mucho mayor que tú. Conozco supervivientes abusadas por compañeros del colegio, o hermanos no mucho mayores que ellas o ellos.

Es muy habitual que un niño no sea abusado sólo por un adulto. Que yo recuerde, he sido abusada por mi padre, por un vecino que tenía una hija de mi edad y por mi hermano, que tiene doce años mas que yo. Varias supervivientes de las que he leído su historia han sido abusadas por todos los miembros varones de la familia. Y no puedo decir mucho de aquellas que han sido prostituidas y ni siquiera pueden dar una cifra aproximada de abusadores en su infancia. Hablo de decenas de abusadores para una sola niña.

Ni son enfermos, ni tienen problemas psicológicos. Lo que tienen es una perversión: les gustan los niños. Igual que a ti te gusta el chocolate. Pero el sexo con niños (o cualquier práctica de las que se consideran Abuso Sexual Infantil) destroza vidas, el chocolate, no. Son personas como tú, totalmente integradas en la sociedad, que en ocasiones gozan de prestigio social, y se aprovechan de su gran integración social precisamente para mantener a sus víctimas en el silencio durante años. ¿Quién te va a creer, con lo buena gente que es? Es imposible. Los que defienden a mi padre, dicen de él, que sólo era un ignorante sin estudios, muy trabajador, enfermo y pobre. Y no se limitó a las niñas de la familia. Mis hermanos varones también fueron víctimas de él. Y sin duda sabía bien lo que hacía.

Con el tema familiar se puede hacer todo un tratado. Porque hay de todo. Muchas veces la familia quiere tanto a todos sus miembros que no saben o no pueden creer que eso pase en casa. Les parece imposible que su hermano, su cuñado, su padre, el abuelo, el sobrino, su propio hijo o su marido haya traicionado a la familia de esa manera. Y lo niegan, simplemente se niega. Mis familias minimizan o niegan mis abusos. Mi familia biológica dice que no fue para tanto, que sólo se dio una vez cuando yo tenía trece años -cuando me “pilló” mi hermana- e incluso sugieren que yo fui quien sedujo a mi padre. Parte de mi familia adoptiva reconoce los abusos cuando yo tenía apenas dos años de edad, niegan el resto, a pesar de informes posteriores remitidos al Alto Tribunal en los que se le informa de lo que yo misma les relaté en su día.

Nunca subestimes el poder de la negación. No se da cuenta nadie. No se quiere ver. Y si alguna vez se percibe “algo raro” automáticamente se piensa que se están malinterpretando las cosas, porque esa persona que conocemos es imposible que haga esas cosas. Y si las evidencias son claras, tal vez intentes “vigilar” un poco mas para que no se repita, pero poco mas.

En mi caso, todo el mundo sabía que mi padre tenía esa perversión. Abusó de mi hermana que es ocho años mayor que yo y de mi hermano doce años mayor que yo. Lo sabían mi madre, mis hermanos, mis Padrinos, el Alto Tribunal Tutelar de Menores... Y sus medidas fueron “vigilarle mas”. En eso se basan para asegurar que miento, que me he apropiado de la historia de mi hermana para manipularlos a todos. Se niegan en redondo a reconocer que en su vigilancia hubo errores de bulto, espacios en blanco, vacíos jurídicos. A mí me “separaban” de la familia por épocas, yo sólo veía a mi padre en vacaciones. Y si hubiese habido una separación permanente de él (de él, no de toda la familia) yo sería mas feliz. Si denunciamos y la justicia actúa como debe, separas al niño de un pedófilo. Debería importar poco si además es de la familia. Si en lugar de abusar de su hija, nieta, sobrina… hubiera asesinado a alguien ¿Le perdonarías su condena en la cárcel para no separarlo de su familia?

Pero lo mas triste es el resultado de unos abusos intrafamiliares: Cuando se destapa el secreto, siempre, siempre, siempre, termina con la pérdida de parte de la familia del abusado. Tal vez de todos. Porque unos creen a la víctima, pero otros creerán al agresor. Yo tan sólo mantengo contacto con mi “mellizo”, que no recuerda nada y con el que no puedo hablar del tema. Y de los cinco miembros de mi familia adoptiva que siguen vivos, sólo puedo contar con una de las hermanas de mi Madrina. Al resto los he perdido, para bien o para mal.

Los niños no incitan, los engañan. Precisamente caen el las redes de su abusador por su inocencia. De eso se aprovechan los pederastas. Me ofende mucho esta afirmación porque es uno de los argumentos principales de mi hermana: que tengo el “síndrome de Lolita”. Si no conoces la historia de Lolita mas que por esas películas tan eróticas de adolescentes de dieciséis o dieciocho años, te contaré que el libro es un relato de un hombre de cuarenta y cinco años y una niña de doce. Que el señor contrae matrimonio con la madre precisamente para acceder a la niña, que la niña se queda huérfana y él termina a solas con ella. Y que la historia está contada desde el punto de vista de un pedófilo que ve en los gestos de una chiquilla, guiños de seducción.

Yo jamás busqué sexo. Si volvía con mi padre es porque realmente esperaba que esa vez me ofreciese un cariño entrañable y tierno. Era lo que yo le ofrecía. El me devolvió siempre caricias asquerosas que desearía borrar de mi memoria. Un niño no es rencoroso. No sabe enfadarse con nadie el tiempo suficiente como para que no vuelva a dirigirle la palabra. Ni siquiera cuando se siente traicionado. ¿Has intentado alguna ves explicar a un niño porque no te hablas con el tío Roberto? ¿Crees que la herencia de la abuela es un tema muy comprensible para una niña de doce años?

Todos enseñamos a nuestros hijos que hay que hacer lo que mandan todos los adultos: papá, mamá, el abuelo, la tía, la profesora, el conserje del colegio, el cura de la catequesis… Y son incapaces de decir “no” porque no saben que pueden decir que no. Nadie les ha enseñado que esa orden de un adulto no se obedece. Cuando quieren apartarse de ello sienten que ya no pueden porque uno de los primeros engaños es que están siendo cómplices de un delito, y que si alguien se entera los acusarán a ellos, no a su abusador. Si te has creído durante diez años que existía Papa Noel, los Reyes Magos o el Ratoncito Pérez, te crees cualquier cosa que te diga un adulto. Hasta hace poco yo estaba completamente convencida de que si hablaba, terminaría en la cárcel condenada por calumnias, porque después de cuarenta años, ya no tengo pruebas físicas que aportar a mi relato. Desde que abrí este blog, he pasado alguna noche en vela pensando en que me lo cerrarían y me condenarían por desacato o injurias. Aún me asalta ese pensamiento. ¿Cómo crees que razonaba yo con trece años?

Un niño no miente. Puede creer lo que le digan, y si te sientas con un niño para que te cuente cómo es el Ratoncito Pérez te das cuenta en seguida que es una fantasía porque él mismo añadirá detalles fantásticos con intención de hacer el relato mas interesante, porque cree en ello, le gusta, y su imaginación lo hará ser mas creativo. Pero si le pides que te describa cómo prepara mamá las tostadas del desayuno, es muy posible que te sorprendas de su calidad en detalles. Los niños no mienten ante eso, porque una experiencia traumática no incentiva su imaginación. Al contrario, la mata. Los niños no saben hablar de sexo si no lo conocen. La mitad de las víctimas no lo denuncian por primera vez de manera firme antes de pasar al menos cinco años. Yo he tardado treinta en conseguir que se me escuche. Muchas víctimas morirán sin revelarlo.

Me hace gracia esa afirmación que dice que los niños abusados se convierten en abusadores. Echa cuentas: un pedófilo tiene de media nueve niños/niñas en su historial antes de ser descubiertos. Si todos fueran futuros abusadores, teniendo en cuenta que este delito existe desde siempre… Todos los hombres serían abusadores, ¿no? ¿Tu eres abusador? ¿Abusaron de ti? ¿Abusas de niños? ¿Acaso todos los que fuimos abusados ahora somos abusadores? ¿Y las mujeres? Si hay mas niñas que niños ¿Por qué hay tan pocas mujeres abusadoras? (Ojo, las hay. El sexo débil también puede ser perverso) El porcentaje es mas amplio de lo que crees pero no todos los abusados se convierten en abusadores. Gracias a dios al crecer y madurar, la mayoría nos damos cuenta de lo ocurrido e intentamos no repetir en nuestro entorno las mismas agresiones ni los mismos errores que vimos en nuestra infancia. De hecho nos volvemos grandes defensores de la infancia y los débiles en general. No olvides que el abuso sexual no es una simple cuestión de sexo, sino de poder. Es una manera de agredir a otro que sabes que está en inferioridad de condiciones para someterlo a tu voluntad. Si abusas de un niño, harás de él lo que quieras.

Ahora vamos a entrar en el terreno de las incongruencias:

-El abuso infantil es poco frecuente - En la actualidad se producen mas que antes.

¿En qué quedamos? ¿Es poco frecuente u ocurre mas que antes? Yo apostaría por la difusión. Creo que afortunadamente ahora se habla de ello, porque muchas “Lolitas” hemos decidido romper el silencio y denunciar lo que ocurre tras las puertas cerradas de los cuartos de los niños y niñas del mundo. Solo espero que hablar sea el primer paso, para que a continuación concienciemos a la sociedad y logremos eliminar estos tabúes y reparar leyes retrogradas que nos condenan al ostracismo.

-Los efectos son muy traumáticos - Sus consecuencias no son graves, los niños tienen la capacidad de olvidar los traumas.

Y vuelvo a preguntar: ¿En qué quedamos? ¿Son graves sus consecuencias o los niños son mas fuertes de lo que pensamos? Yo os lo aclaro. Sus consecuencias pueden ser gravísimas. Depende de cada persona. Como su capacidad de recuperación. El daño está relacionado con las consecuencias, no con el tipo de abuso.

Y si, los niños sienten tanto o mas que tu. La diferencia es que si no pueden asumir una experiencia, la olvidan. Si el hecho es demasiado traumático lo olvidamos para que nuestra mente no se rompa. Pero el olvido no es permanente. En el momento en que estemos preparados para asumir esa experiencia el recuerdo volverá a nosotros exactamente como si ocurriese en ese momento, con todo el dolor, el miedo, la ansiedad y el pensamiento que experimentamos en aquellos terribles momentos. De ahí viene la leyenda urbana de que los niños no sufren, porque ni siquiera si se les pregunta te dirán lo que sienten. Es muy posible que ya no puedan recordarlo. ¿Sabías que hasta hace pocos años la cirugía a niños se realizaba sin anestesia? Se creía que no les dolía y que lo olvidaban. De hecho las mutilaciones genitales infantiles tan tradicionales en muchas culturas todavía, como las circuncisiones y las ablaciones, se hacen sin anestesia.

Los niños no tienen capacidad para superar sus traumas. Pero tenemos una enorme capacidad para sobrevivir a ellos hasta que podamos afrontarlos y superarlos. Algunos de nuestros mecanismos para soportar los abusos han sido autodestructivos, y nos han producido secuelas, pero nos sirvieron en su día para salir adelante. Honrad eso y no nos juzguéis duramente. Y si además nos ayudáis a sobreponernos a esos efectos, la recuperación será completa.

Se puede prevenir. Educando desde la sinceridad. Estoy convencida de que gran parte de nuestras secuelas están causadas por el tabú en el tema. Si te subes a un árbol y te rompes un brazo al caer cuando tienes 8 años ¿Tienes secuelas psicológicas de adulto? ¿sientes culpa? La culpa fue tuya por subirte al árbol. Y sin embargo se lo cuentas a tu madre para que te lleve al médico. ¿Y que hace tu madre? ¿te castiga por subirte al árbol y te dice que te aguantes con el brazo roto el resto de tu vida para que nadie se entere que te has subido al árbol y te has roto el brazo? Pues no. Lo primero que hace es llevarte al médico, a que te curen, te da mimos, te cuida... Con más razón cuando no fue por subir a un árbol sino porque te rompió el brazo tu hermano, tu primo, tu tío, tu abuelo, tu padre...

El secreto es romper el silencio de todos. Es hablar con los niños desde muy pequeños de sexo. Es decir, con dos o tres años, cuando lo bañas y esté aprendiendo las partes del cuerpo, por ejemplo que tenemos pies, dedos, cabeza, rodillas, cuello, ombligo... también hay que explicarle que los niños tienen Pene y las niñas vagina. Nada de la "cosita" o "eso". Las cosas tienen nombre. Utilicémoslo. Así sabrán explicarnos desde muy pequeños que "el primo me obligó a que le tocase su pene" Y en ese momento ya le puedes explicar que esas partes, las que normalmente tapa un bañador, NI SE ENSEÑAN NI SE TOCAN. Nadie, bajo ningún concepto, salvo cuando estén enfermos, y en ese caso lo hace un médico pero siempre con mamá u otro adulto delante. Y que si alguien les toca ahí o ven a alguien que les enseña esa parte que siempre esconde el traje de baño, os lo digan de inmediato, diga lo que diga quien sea. Que no tengan miedo, que no les vais a reñir por contarlo. Que esos "secretos" son malos, como los personajes malvados que guardan secretos en las películas. Y que hay que contarlos. No es lo mismo guardar en secreto el regalo que papá le va a comprar a mamá que ese otro “secreto” que te hace sentir “rara”. Y eso se lo hay que decir muchas veces, jugando, cuando haya ocasión propicia para ello, que no se les olvide. Como cuando le dices que mire antes de cruzar la calle o que nunca se suba al coche de un desconocido.

Leí hace poco que los Norteamericanos, a los que les encantan los estudios de mercado, hicieron un estudio sobre secuestros a niños en su país, y llegaron a la conclusión de que el 87% de esos secuestros se hubieran evitado si se enseñase correctamente a los niños como evitar situaciones de riesgo y pedir ayuda. Supongo que en este tema, no sería muy distinto.

¿Qué propósito tiene pensar que sólo se da en el tercer mundo, en determinadas clases sociales, familias desestructuradas y nivel sociocultural muy bajo? Me temo que de nuevo la negación entra en juego. Una sociedad rica, culta y avanzada no puede tener semejantes perversiones.

Yo pertenezco a una familia de extrema pobreza. Vivíamos en un barrio marginal de la zona obrera de una ciudad pequeña. Y además mi padre era inculto y violento. Pero no considero a mi país tercermundista. Y además esos parámetros no son la norma. Conozco infinidad de casos en los que la familia es un ejemplo de virtud, buena posición social e influencia. Y si salimos del ámbito exclusivamente intrafamiliar, el resto de los abusos se dan en el entorno mas conocido del menor. Por ejemplo los sacerdotes pederastas. Normalmente son los curas de la parroquia o de la catequesis, que conocen a todos los miembros de la familia, o los profesores, esos que hablan con las madres y les dicen que su hija tiene un gran potencial pero debe quedarse en clase un rato mas porque él quiere ayudarla por puro altruismo y vocación en su labor de educador. O el vecino que insiste en que le dejes al niño con él mientras haces la compra semanal en el hipermercado.

Pero hay un dato mucho mas escalofriante. Los clientes de turismo sexual infantil en países del tercer mundo provienen de EEUU, España, Italia, Francia, Alemania, Bélgica y Australia en su mayoría. Los destinos más elegidos por los pedófilos son Bangkok, Camboya, Tailandia, Vietnam, México, Brasil, Guatemala entre otros. Esto mueve redes de prostitución infantil a nivel mundial y el negocio es muy lucrativo. Algún pedófilo ha resultado ser un reputado político o pertenecer a la nobleza. (¿Alguien se acuerda del Duque de Feria?) Y ha encontrado en su perversión dinero fácil. Lo que significa que nadie va a cambiar la ley si le va a estropear el negocio y su diversión. ¿te suena el argumento?, pues sí. Al negocio de la droga, el tráfico de armamento y la prostitución en general, le puedes añadir un negocio mas lucrativo todavía porque “no existe”: La prostitución infantil.

Tu silencio es cómplice. Si no ayudas a romper estos mitos, seguirán funcionando y yo seguiré sintiendo vergüenza de hablar de mis abusos. Y eso me entierra. Porque el silencio es lo que me condenó a una infancia destruida y romperlo es lo que me sana. Y a nivel de denuncia igual. Si se calla se acaba protegiendo al agresor y a las redes de prostitución. Ni enfermos, ni locos, ni nada. Si no denuncias, si no ayudas a eliminar estos mitos, si no apoyas un cambio en las leyes que regulen y condenen con mas contundencia todos estos hechos, estás ayudando a perpetuar el delito y a que los delincuentes permanezcan impunes.



“Si no eres parte de la solución, eres parte del problema”
Vladímir Ilich Uliánov, «Lenin». (1870- 1924) político ruso y primer dirigente de la Unión Soviética.


Némesis

miércoles, 14 de noviembre de 2012

DESPERTAR para VIVIR y poder ser FELIZ de una vez.

Bueno, no sé como empezar pero allá voy...

Me llamo Sara. Tengo 36 años. Hace un año, empecé terapia psicoanalítica. No sé ni como fuí. Ahora que le pienso, sé que tuve mucha suerte.Tenía una amiga que en esos momentos también lo estaba pasando mal y me recomendó que fuera. Me costó muchisimo, pero al final fuí.

Mi vida no evolucionaba, estaba completamente estancada. Yo sola no podía afrontar mi vida, que es lo que me estaba pasando. Lo había intentado una y otra vez pero yo sola no podía. Estudié  Psicología (corriente conductista) en la universidad a distancia, pero no aprendí nada. Después me formé como Musicoterapeuta (con fuerte tradición en psicoanálisis  y es aquí donde la vida me da una oportunidad, pues comienzo a conocerme a mi misma, a respetarme, a aceptarme. Mi lema era QUIERO pero no puedo. Sin embargo no conseguía avanzar. Así pues pasa el tiempo y decido ir a un Psiquiatra, psicoanalista con bastante experiencia, como mi esperanza para continuar, que me acoja auque sean 40 min a la semana, con quien poder desahogarme y contar como me siento.

Nunca he tenido novio. El simple hecho de decir la palabra novio me causa risa. La presión social es muy dura. Toda me afecta. Mis amistades me miran y me juzgan, y cuestionan mi identidad sexual, piensan que puedo ser lesbiana  Y yo la verdad, no sé ni lo que soy.  Lo sufro todo en silencio, hasta que comienzo a psicoanalizarme. Es en consulta, cuando empiezo a ser consciente de mi vida, de mi pasado y es cuando empiezo a entender y comprender.

Es en la octava sesión, cuando le digo a mi psicoanalista que pasó algo con mi hermano.....
Tengo un hermano 4 años mayor que yo. Mis padres nos tuvieron a los dos y un tercer hermano que no llegó a nacer. Yo siempre había pensado que había sido la niña más querida de la faz de la tierra. Lo primero que descubrí en consulta es que fuimos hijos no deseados. Una enorme carga para mis padres. Lo siguiente que descubro es que mi madre fue abusada sexualmente por mi tío. Fue tratada como esclava y tuvo una gran carencia afectiva. Todo pasa de generación en generación. Hubo maltrato psicológico y emocional (humillaciones.....que en la actualidad se siguen produciendo, a mí sobre todo porque no logro autor realizarme  desde que nacimos. Yo la verdad no recuerdo cuando fue la primera vez...solo recuerdo que tachaba las caras de las personas en las fotografías; que jugaba a hacerme la maleta; que jugaba a desaparecer; que me hubiera gustado poder hablar pero que nunca lo hice.

Creo que me acostumbré a los abusos. Ya cuando me hice más mayor, a mi hermano, llegue a decirle que me chivaría sino hacía lo que yo le decía, como comprarme cosas.....y así con el tiempo todo desaparece, como si no hubiera pasado nada. Pero sí que pasó.....y las consecuencias son las que son....que tengo 36 años, vivo con mis padres (he desarrollado una gran dependencia y de los cuales me estoy desprendiendo) y con mi hermano. Sigo frustrada, con un trabajo de 3 horas en frente de donde vivo....y quiero ser independiente, LIBRE de una vez y no puedo, es como que no sé ni lo que está bien ni lo que está mal, dudo de mi, no confío en mí, siempre me estoy cuestionando, me pongo la zancadilla....tengo un miedo atroz.....creo que he desarrollado fobia, tengo pánico....y a miedo a establecer vínculos afectivos.....es como haber estado preso toda la vida y de repente te sueltan y no tienes donde ir ni que hacer......sola toda mi vida, y ya no puedo confiar en ellos....solo puedo confiar en mi psicoanalista......pero me cuesta hablar....casi siempre estoy en silencio.....la última sesión tuve el valor de nombrar dos palabras: abuso sexual.....y también de la dificultad de mantener contacto, cuando me tocan...es como que se abre un paréntesis que no logro entender......

De adolescente y más, todo eran risas y borracheras para no afrontar, mis amistades eran solo para no quedarme sola......pero no queda otra hay que afrontarlo para poder avanzar aunque sea poco a poco.....ansiedad, ira,.....me siento identificada con vuestras palabras.....y tenía  necesidad de escribir.....ahora sois vosotros y mi psicoanalista quienes conocéis de mi vida....también me pregunto, ¿porque será tan importante el AMOR? ¿Se puede vivir sin AMOR?....si, pero....
Ahora estoy aprendiendo que tengo sentimientos, y que tengo que respetarlos (por ejemplo cuando me paso sesiones enteras llorando). Tengo mucha ira que no sé como sacar. Ahora me encuentro que tengo gran información que solo yo poseo.....y muchas veces pienso que de que me sirve.....espero que poco a poco vaya cogiendo fuerza, pero este mundo resulta tan competitivo.....que me cuesta mucho....

Solo quiero valerme por mi misma......y SER FELIZ de una vez.....

Gracias........

He olvidado decir, que me ENAMORÉ.... fue como un milagro, que me hizo ver los rayos del sol y preguntarme muchas cosas (mi madre me llamaba zombi, y yo le dije, pero ¿sabes lo que significa esta palabra?....y a mi hermano le dije un día  pero ¿tu te acuerdas de lo que pasó cuando éramos pequeños?)........yo solía gustar a las chicos, pero a mi no me gustaban....pero aquel chico DESPERTÓ mi deseo....estaba VIVA..... solo espero que no vuelva a dormirme y que  encuentre el AMOR y que esta vez no se vaya.....

Besos


Sara.

martes, 13 de noviembre de 2012

EN STAND BY


Así es como estoy,sin saber realmente qué quiero ,qué siento.
Estoy en un momento en el que el saber,el tener tanta información me daña,y me daña hasta lo más profundo de mi ser.
Todo está siendo muy confuso,por un lado querer hacer,por otro querer desaparecer.
Es inevitable que recuerde, una misma situación, con una manera muy distinta de reacción.
Hace tres años,descubrir algo así me provocó una caída al abismo,al abismo de no querer estar ,de intentar morir por todos los medios,de alejarme de las pocas personas que estaban a mi lado.
Esto ha cambiado en las formas,aunque el fondo sigue siendo el mismo.
No he huido,no me he escondido,no he dado la espalda,pero las ganas de desaparecer luchan por salir mientras esta vez sí,intento mirar a otro lado.
Serán las herramientas,será que he crecido pero no puedo dejar que puedan conmigo,ni con mis creencias.
Y es triste,ver cual es la realidad.
Te confirman que tu hija ha sido abusada,y te lo confirma alguien que se supone que ha de hacer algo,pero aún así lo deja estar.
Su propio padre,califica su actitud como "caliente" ante los niños...pero tan poco lo ve un síntoma grave,sino que me la describe como incitadora al abuso.
Y yo voy escuchando y me voy rompiendo por dentro.
Intento hacerle ver al padre que nuestra pequeña está dando muestras de haber sido abusada, y que las primeras secuelas están apareciendo,pero me dice que no pasa nada ,que la niña está bien.
Tras su negativa, me lo salto y paso a hablar con una asistente social del cole...
Primero me dice si tal vez mi actitud hacia el tema de los abusos haya hecho que mis hijos se hayan visto influenciados y hayan repetido una conducta que me hubieran escuchado...
Y después usa un tono intimidatorio para decirme que si ven un vestigio de abuso en alguno de mis hijos,lo primero que harían sería separarlos de su padre y de mi...
Destrozada quedé ,como si una y otra vez me estampara contra una pared...
Quieres hacer y la misma burocracia te invita a mirar a otro lado,y con esto no puedo...
Y es triste ver que nada cambia con el tiempo,que todo sigue siendo difícil de demostrar,que lo primero que se juzga es a la víctima o si no a la persona que trata de defenderla,que todo termina en nada...
Y piensas que sólo tienes una oportunidad,una en la que puedas contar lo acontecido,y tu visión del problema .
Hacer ver que la actitud de mi hija ha cambiado,hacer ver que está nerviosa,que tiene pesadillas,que está "rebelde",y que muestra una conducta sexualizada frente a otros niños...
Me da miedo pensar que esto no sea suficiente,para que reciba ayuda,me da miedo pensar que seguirá sufriendo lo mismo que yo he sufrido,que una tras otra comenzarán a salir las secuelas,que su vida se derrumbará,me da miedo pensar que mi pequeña llegará a pensar en suicidarse,todo me da miedo...
Y sólo puedo esperar,esperar a que algo en esta sociedad,en esta burocracia cambie, y las víctimas podamos optar a sanar desde ya,sin tabúes,sin miedos y sin valorar si el abuso , es grave  y puede ser tratado por especialistas  en el tema o simplemente no entra en el sistema...

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