viernes, 22 de marzo de 2013

Angustia con las imagenes eroticas


                                                           
Una secuela o consecuencia de los abusos sexuales que sigo manteniendo, muy a pesar mio, es la terrible incomodidad, la angustia y el pánico que me produce la visión de imágenes eróticas o sexuales en la Tv, en las revistas o en la calle.
Antes me daba vergüenza descubrirla, porque me la han ridiculizado en ocasiones y eso me ha hecho sentir muy mal. Pero ahora lo digo abiertamente.
Este hecho lo he comentado con algunos profesionales de asociaciones de ASI y ni caso me han hecho y le han quitado toda importancia, dejándolo como una fobia ridícula mía. Y yo sinceramente, lo paso realmente mal.
En casa no vemos anuncios, ni programas o series plagados de cargas eróticas femeninas por todas partes,ni escenas de desnudos o sexo.
Mis hijos, según que series actuales,según que dibujos animados, tampoco los ven por lo que fomentan y las escenas de esa índole que sacan. No creo que sea lo adecuado para su edad.
Mi marido y yo pensamos que ni yo tengo que ver a otros hombres ni el tiene que ver a otras mujeres en esas actitudes, que es en la mayoría de los casos, puesto que es la imagen femenina la que se lleva casi todos los desnudos o cargas eróticas. Cuando va a salir algo, cambiamos de canal o ponemos el teletexto.
EN eso pensamos igual, al margen que yo haya pasado por abusos y el no.
Por eso seguimos juntos.
Mi secuela, no está en el hecho de no querer ver imágenes eróticas por cualquier lado, ya que cada uno decide lo que quiere ver y lo que no. Incluso hay quien opta por no ver la TV. Es una forma de vivir que puede elegir una persona, sin necesidad de pasar por ningún hecho traumático.
La secuela la tengo en el dolor que siento, lo mucho que me violentan estas imágenes de mujeres por todas partes con según que ropa o sin ella y en según que actitudes.
Me ha pasado desde que era adolescente, después del segundo abuso. Pero con los años, se ha acrecentado.
Analizándome como siempre a mi misma, creo que siento terror con estas escenas porque inconscientemente, odio todo lo que pueda excitar sexualmente la mente de un individuo y como consecuencia, después, hacerte daño. Los muchos años de experiencia viviendo en el mundo de la prostitución, también han contribuido a fomentar esta secuela.
Si no existieran parte de estos estímulos, que tan gratuitamente nos casi obligan a observar, no giraría tanto el mundo en torno al sexo o a la imagen a nivel erótico. La vida de muchas personas está basada la mayor parte del día en la búsqueda de elementos eróticos en el sexo contrario.
Muchos no lo reconocen, pero otros si llegan a darse cuenta.
Me gustaría poder algún día, aunque en casa sigamos quitando este tipo de imágenes, porque repito, es una decisión de los dos, no sentir ese dolor tan grande, esa sensación de terror y esa angustia que siento cuando intuyo que va a salir este tipo de imagen.

http://abusosenlainfancia.blogspot.mx/2013/03/una-secuela-o-consecuencia-de-los.html

domingo, 10 de marzo de 2013

NO ME RECONOZCO Y ME ENCANTA


Todos a esta altura sabéis la gran revolución que se está dando en mi vida.
Durante años,muchos años ,odié mi cuerpo.Lo veía como el culpable de una supuesta provocación hacia los hombres,un instrumento de que se servían ellos porque no podían resistirse a él.
En mi adolescencia,estaba cansada de que chicas a las que yo admiraba ,porque simplemente eran "normales" me dijeran que ojalá ellas pudieran tener mi cuerpo,ese que yo odiaba.
Tanto me lo decían que más se acentuaba el hecho de odiarlo.
Creo que lo he contado otras veces,que empecé a quemarme brazos,piernas e incluso los genitales.

Era una manera de hacer que mi cuerpo fuera menos atractivo. Cuando rompí definitivamente el silencio con mi madre,y me quité ese gran peso de encima,lo primero que hice fue cortarme la gran melena que tenía.
Casi me llegaba a la cintura,y me fui a un peluquero amigo mio,y le dije que me rapara la cabeza al uno.
Fue mi primera reacción,cortar eso que a todos gustaba,a mi padre y sobre todo a mi vecino.
Aún recuerdo la mirada de mi padre cuando me vio rapada... Otro tanto,me sucedía con la ropa. Arreglarme para mi era ponerme un vaquero de mi hermano y cualquier camiseta.
Mi feminidad estaba desaparecida.
Prendas anchas,que no marcaran mi cuerpo, sandalias,jerseys de cuello alto,que no dejaran ver ni un ápice de mi cuerpo,y zapatillas. Nunca hubo un vestido ,ni una falda,ni un top,nada.
Tampoco iba a la piscina ,ni a la playa,porque siempre decía que yo era de montaña...una excusa más.
La realidad es que no podía mostrar mi cuerpo.También odiaba el sentirme observada,o que algún hombre me echara un piropo o una provocación,una vez más me sentía mal.
Ir de compras,era una agonía.Lo odiaba y no perdía tiempo en ello.
Me gustaba ver ropa sexy,aunque nunca la compraba...prefería irme a la sección de señoras,y me compraba lo primero que me entraba.

Y de repente,por primera vez desde hace veinte años,mi pelo está creciendo.Ya casi me pasa de los hombros,y me gusta verlo así.
Y pienso que me hace falta ropa,y tras salir del trabajo ,me voy de compras.
Por primera vez me pruebo ropa,pero no compro lo primero que me cabe,porque no me sienta bien.
Y salgo de una tienda y entro en otra. No miro jerseys que tapen todo,no miro pantalones anchos...busco ropa ceñida,que marque mi cuerpo,pantalones que me marquen mis curvas y ropa sexy. La gente no lo entenderá pero para mí supone una revelación.
Por primera vez disfruto de ir de compras,y me levanto y pienso en qué ponerme.
Y me miro al espejo,y me pruebo cosas antes de salir. Intento cuidar mi aspecto y es un gran esfuerzo para mí. Tengo que ponerme al día en moda,complementos...nunca lo hice...y ahora me encanta,aunque a veces me crea ansiedad. Pero lo mejor de todo es que no lo hago para nadie ,ni por nadie.Simplemente lo hago por mí,porque me quiero,porque me empiezo a gustar.
Porque ese cuerpo perfecto dejó de serlo y llegué a engordar veinte kilos,de los que ya he dejado quince,y ni siquiera lo había valorado,hasta que alguien en un momento preciso,te dice,"tía qué delgada te estás quedando"...pero sólo había cambiado mi ropa de vestir,ya hacía tiempo que había dejado esos kilitos. Pero pese a todo,hoy de nuevo me he sentido observada por un hombre. Ha sido incómodo,pero no he bajado la cabeza.

Me he sentido orgullosa de mí,y sobre todo de mi cuerpo. Y supongo que habrá gente que pensará que todo esto es una estupidez,pero para mí es la señal de que mi autoestima está creciendo,que me siento capaz de todo,de que mis miedos han desaparecido,y sobre todo de que me perdono.

Perdono mi cuerpo,tantas veces maltratado por tantos y también por mí.
Y ahora me toca empezar a cuidarlo también.


Publicado por Carmen Rodríguez


sábado, 9 de marzo de 2013

A todos los adultos de mi infancia:


Tu sabes quien soy, yo sé quien eres. Muchas de estas afirmaciones están escritas expresamente para ti, otras tal vez sepas a quien van dirigidas. Toma lo que creas que te pertenece, intenta ser crítico contigo mismo, no te creas el único adulto importante de mi infancia, y si en algo opinas que no he sido justa contigo mi correo privado sigue abierto. No pretendo atacarte, no quiero poner a nadie en evidencia. Tan sólo deseo dejar claro mi punto de vista, porque desde ahora, en el tema de mis abusos, yo soy la que manda.

No te consiento que te aproveches de mi silencio primero y de mi falta de memoria después, del hecho de que mis recuerdos son sesgados, incompletos o no puedo fecharlos en un día o una época concreta. No te consiento que me juzgues como un implacable juez que argumentase que si yo no puedo aportar fechas, horas o pruebas físicas no darás por bueno mi testimonio. ¿Qué yo estaba vigilada? Vigilada… Los cojones!

No te consiento que me hagas dudar de mis recuerdos. Sobre todo de los sensoriales, de aquellos sonidos o imágenes que van acompañadas de sentimientos y pensamientos íntimos. Lo que ya recuerdo lo recuerdo bien, aunque tu tengas mejor memoria.

No te consiento que digas que tengo demasiada imaginación, que me invento cosas o que miento. Que mi escape durante todos estos años haya sido crear mundos de fantasía donde evadirme de mi mierda de realidad, no significa que haya confundido ambos mundos. Por desgracia siempre he tenido muy presente lo que me hicieron y nunca he tenido problemas para distinguir lo que era producto de mi imaginación con la verdad.

No te consiento que me trates de loca. Me has recomendado que acuda a psicólogo o a un psiquiatra porque consideras que lo que denuncio y que se puede leer en este blog es producto de un trastorno. Tengo noticias para ti: Efectivamente tengo un trastorno. Concretamente un Síndrome de Estrés Post Traumático provocado por las agresiones de mi infancia. Así me lo ha descrito mi psicólogo.

No te consiento que vuelvas a decirme que olvide el tema, que es pasado, que no sirve de nada insistir en ello. Porque curiosamente, tu eterna recomendación de perdonar, olvidar y/o callar me estaba hundiendo en la mierda -esa que dices que si se revuelve huele- y sin embargo hablar y sacar todo a la luz me hace sentir inmensamente feliz. Me estoy dedicando a limpiar la mierda, y si todavía te huele, es porque tú aun la tienes encima. Será pasado cuando a mí ya no me duela recordarlo, no cuando a ti te interese.

No te consiento que le restes importancia. La tiene, mucha mas de la que tu te dispones a admitir. Esa estupidez de que los niños no sienten con la intensidad de los adultos, que no experimentan dolor o que olvidan sin secuelas, es una de las mayores patrañas que se han creado para que los adultos como vosotros, que debíais cuidarme y protegerme os lavéis las manos diciendo que “eras muy pequeña, no puedes acordarte” o “sólo fue una vez, y no llegó a pasar nada”. Lo recuerdo, fue mucho mas que una vez y pasó de todo. Y tu no eres quién para decidir cuánto o cómo me debe afectar.

No te consiento que minimices o niegues mis secuelas y mi comportamiento durante mis Años Oscuros, cuando yo creía que te importaba una mierda mi vida y lo que hiciera de ella. Son efectos secundarios que te niegas a reconocer. Todas mis conductas “raras”, absolutamente todas, son producto de las consecuencias de los abusos. Puedes recriminarme que esos comportamientos te han hecho daño, incluso entenderé que no me los perdones, estás en tu derecho. Ahora soy consciente de todo lo que hice y se que muchas cosas no estuvieron bien, pero no pienso cargar con esa responsabilidad ni un minuto mas, porque si yo no hubiera sido el juguete sexual de tres cabrones (tres, que recuerde) no estaríamos hablando de mi conducta.

No te consiento que me mientas. Lo has hecho durante años para esconder las pruebas del delito que se estaba cometiendo conmigo, para mantenerme callada y que nadie conociera la clase de monstruos con los que te has relacionado o has convivido. Y tu interés por esconder todo el asunto me ha hecho daño a mí.

No te consiento que me acuses de ser la incitadora o me responsabilices de consentir mis abusos, que me acuses de ser como mi padre. No imaginas el daño que me han hecho esas palabras. Y no te las voy a perdonar jamás.

No te consiento que me humilles en público diciendo a todo el que quiera oír que soy una mala persona por no preocuparme de mi familia, esa que minimiza o niega mis abusos y defiende a los agresores. Tu falta de protección primero y tu poco tacto después son los que me han separado de ti y de la familia.

No te consiento que me llames “desagradecida” cada vez que he sacado el tema de mi infancia a relucir. Te has empeñado en ver exclusivamente la parte negativa de mi decisión de hablar, acusándome, minimizando, negando y/o mintiendo. Y me has respondido con un portazo en la cara demasiadas veces. Si tu paciencia tiene un límite, la mía también. Pero a diferencia de ti yo no era un adulto responsable, no he podido hacer nada al respecto hasta ahora. Si no estás dispuesto a ayudarme no esperes mi agradecimiento, confórmate con lo que hay escrito en este blog.

No te consiento que me hagas chantaje emocional, cuando me amenazas con tu propio dolor causado por mi decisión de sanar destapando la herida. Yo no soy la responsable de los actos que los demás pueden llevar a cabo si decido hablar. Mi propia salud mental está por encima de todos vosotros.

Y por supuesto no te consiento que vuelvas a poner condiciones de silencio a cambio de restablecer contacto contigo. No te consiento que me instes a guardar silencio, porque no voy a hacerlo. Me da igual si te perjudica o te hace sentir mal. He guardado silencio para proteger el secreto de un cabrón demasiado tiempo. Y cuando por fin lloro mi dolor tu reacción ha sido el ataque frontal. Cuando mas te he necesitado me has abandonado a mi suerte. Pues ahora atente a las consecuencias, si no te gusta lo que digo, olvídame.

Tengo una herida que tú -consciente o inconscientemente- has contribuido a hacer mas profunda. Si no quieres reconocer tu responsabilidad o ayudarme ahora que he tomado el camino de mi sanación, al menos ten la decencia de no volver a agredirme. Si no me vas a ayudar me estorbas. ¡Quítate de en medio!



"Los que podáis caminar podéis iros, pero dejad vuestros miembros cercenados, ahora me pertenecen"
Uma Thurman en Kill Bill vol. 2 (2004) Película dirigida por Quentin Tarantino

Némesis


jueves, 7 de marzo de 2013

Una conversación.


Hoy de nuevo saqué el tema con mi madre.
Me ha sorprendido bastante porque después de intentar hacer un pequeño ademán de parar la conversación,yo me he sentido ofendida y ella se ha dado cuenta.
Le he dicho que me hacía daño el hecho de que no quisiera saber lo que he sufrido. Y me ha dicho que yo he sufrido aquí y ella en la lejanía también,supongo refiriéndose a la época de mis intentos suicidas.
Le he explicado que eso que ella se niega a querer saber,hay extraños que sí se atreven a escuchar y que le pese a quien le pese se acabó mi silencio. Me ha dicho que hago muy bien,que soy muy valiente...increíble escuchar esto de la boca de mi madre.
Le he contado cosas acerca de mi colaboración con RANA,de las charlas que doy tanto en colegios,como institutos,asistentes sociales...
Me ha escuchado atenta,y me decía muy bien ,muy bien... Me he sentido feliz escuchando estas palabras de la boca de mi madre.

También le he dicho que he sido entrevistada varias veces en televisión,y para algún periódico y que el documental,que grabé en julio,narra toda mi historia a cara descubierta.
Que lo sentía si alguien se ofendía pero que yo he estado en silencio y sufriendo treinta y cinco años y ya nada ni nadie me va a callar,caiga quien caiga y toque a quien toque.

Se ha sentido feliz de oírme hablar,su voz temblaba de emoción,y también le he hablado de RANA,de todo lo que me ha aportado, que para mi han sido mis salvadores ,y ella me ha dicho que menos mal que nunca me cansé de buscar ,hasta encontrar lo que necesitaba y nadie de mi alrededor podía darme. Y ahora me tocaría pensar en mi madre de manera diferente,pero de momento no puedo. Me duele sentir este rencor tan grande hacia ella,y sólo espero que al igual que en otros casos pueda ir perdonándola en mi interior.

De momento mis espinas clavadas por ella en mi corazón me pesan como espadas,y puedo entender su reacción de manera racional pero el sentimiento de rabia e ira es tan grande que aún no puedo perdonar. Sólo deseo seguir creciendo lo suficiente ,y poder perdonarla en vida porque de verdad que quiero hacerlo,pero he de sentirlo de verdad.


ANONIMO

miércoles, 6 de marzo de 2013

Yo soy Hank Estrada


Yo soy Hank Estrada, soy un sobreviviente de asalto sexual por un tío cuando era un niño, entonces, mientras estudiaba en un seminario, fui asaltado de nuevo por un sacerdote católico, el padre Juan Raab, de la Orden Misionero Claretiano en los Ángeles. Informé a ambos hombres, y los hombres han encontrado protección por aquellos que no me creen. Comencé un grupo de apoyo para otros hombres sobrevivientes sin saber cómo llevar a cabo una reunión, fue difícil, pero ayudó a tantos hombres a hablar sobre su propia victimización.

He encontrado la curación a través de los años y mi historia completa está en mi libro, ”UnHoly Comunión-Lecciones Aprendidas de vida entre los pedófilos, depredadores y Sacerdotes.” Muchas, muchas cosas positivas me han pasado desde que exponer a los depredadores que me asaltaron hace todos esos años. Tengo 57 años, vivo una vida sana, feliz y voy a celebrar mi aniversario de 30 años en septiembre de 2013.

Me gustaría hacer varios puntos importantes acerca de la curación del abuso sexual; En primer lugar, nadie está a salvo cuando guardar silencio sobre su experiencia de asalto, habrá otras víctimas de ti. En segundo lugar, usted no puede comenzar a experimentar la sanidad si te aferras a la culpa, el miedo y la vergüenza. Estos pertenecen al agresor porque era su decisión de asalto que no la tuya. En tercer lugar, hay muchas maneras de curar, cada uno de nosotros tiene que descubrir lo que se siente mejor para nosotros mismos. Si alguien o algo que se ofrece a la ayuda, no se siente correcto, sigue tu intuición y pasar a otro recurso. No te quedes, porque te dicen también. No todo el que dice estar capacitado para ayudar, es. En cuarto lugar, investigar en línea todos los recursos que puede encontrar acerca de la curación del abuso sexual, mantener y utilizar la información que te inspira y descartar lo que no hace. Su pasado no tiene por qué controlar hoy o arruinar su futuro. Hay muchos sobrevivientes que se encuentran la curación y viven una vida de paz, amor y alegría. Tú también puedes!

Doy la bienvenida a mensajes de correo electrónico a hankestrada@yahoo.com pero, entiendo que soy limitado en mi capacidad de español así que no esperes a una respuesta rápida o prolongada.

Hank Estrada

http://www.hankestrada.com/the-healing.html